Varias de las personalidades y entidades cuestionadas se defendieron aludiendo a la legalidad de sus inversiones. La Unión Europea ya pidió una “lista negra”.
Apple, Nike y el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton se sumaron a la lista de empresas y personalidades que figuran en los Paradise papers sobre prácticas de optimización fiscal a escala mundial.
Apple habría utilizado el paraíso fiscal británico de Jersey para continuar pagando pocos o ningún impuesto tras haber puesto fin a prácticas similares en Irlanda.
El fabricante de artículos deportivos Nike creó a su vez sociedades offshore en las Bermudas, a las cuales las filiales de la empresa debían pagarles centenares de millones de euros para poder utilizar los derechos de la marca.
Con esta maniobra, el grupo divulgó menores ganancias de las que tenía en realidad y pagó menos impuestos que lo que le correspondía. Lewis Hamilton, cuádruple campeón de mundo de Fórmula 1, recurrió por su lado a una sociedad fantasma basada en la isla de Man para economizar el IVA por la compra de un jet privado de más de 4 millones de euros.
18 meses después de los Panama papers (papeles de Panamá), relacionados con fraudes fiscales, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que agrupa a 96 medios de comunicación de 67 países, comenzó a desvelar estos Paradise papers, los papeles del paraíso. La ICIJ se basó en la filtración de 13,5 millones de documentos financieros, procedentes fundamentalmente de un bufete internacional de abogados basado en las Bermudas, Appleby, y obtenidos por el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
La Unión Europea pidió la adopción de una lista negra de paraísos fiscales. También son mencionados los servicios de la reina de Inglaterra, el secretario de Comercio de Estados Unidos Wilbur Ross y ministros brasileños y rusos.
Varias de las personalidades cuestionadas se defendieron aludiendo a la legalidad de sus inversiones. Ross dijo que “nada hay de reprobable” en el hecho de que todavía controle 31% del capital de Navigator Holdings, una empresa de transporte marítimo que tiene entre sus principales clientes a la empresa rusa de productos petroleros y petroquímicos Sibur.
Entre los propietarios de Sibur figuran Guennadi Timtchenko, un allegado al presidente Vladimir Putin, sancionado por el Tesoro estadounidense, y un yerno del mandatario ruso, según The New York Times.
En Brasil, los ministros de Economía y Agricultura, Henrique Meirelles y Blairo Maggi respectivamente, negaron haber cometido irregularidad alguna luego que sus nombres aparecieran vinculados a sociedades offshore en paraísos fiscales.
En el Reino Unido, unos 10 millones de libras esterlinas de la reina Isabel II fueron colocados en fondos en las islas Caimán y las Bermudas, según la BBC y The Guardian. Esos fondos fueron generados a través del ducado de Lancaster, dominio privado de la reina y fuente de sus ingresos.
En Canadá, el magnate canadiense Stephen Bronfman colocó a su vez junto a su padrino Leo Kolber unos 60 millones de dólares en una empresa offshore en las Caimán, según informó el Toronto Star. Bronfman es amigo del primer ministro Justin Trudeau y encargado de su campaña financiera de 2015.
Los circuitos a los cuales recurren los más ricos y las empresas multinacionales para colocar sus fondos en los paraísos fiscales no son ilegales. Gracias a vacíos o fallos en la legislación, permiten a sus beneficiarios pagar mucho menos impuestos.
Un ministro argentino en lista
El nombre del ministro argentino de Finanzas, Luis Caputo, aparece mencionado en los papeles del paraíso, una investigación sobre maniobras fraudulentas para evadir impuestos en paraísos fiscales.
Antes de ser ministro, Luis Caputo administraba un fondo de inversion basado en Estados Unidos, con actividades en Islas Caiman y Delaware, reveló el diario argentino La Nacion. La opositora Unidad Ciudadana (UC) de la expresidenta Cristina Kirchner reclamó el lunes al presidente Mauricio Macri la renuncia de su ministro de Finanzas.
Caputo fue encargado de negociar y arreglar la deuda con fondos especulativos en Nueva York. Argentina les pagó 11.000 millones en febrero de 2016. “Los argentinos pudimos enterarnos que Caputo se dedicó a administrar sociedades y fondos de inversión offshore en paraísos fiscales, y no informó esa actividad en su declaración jurada de ingreso a la función pública. Debe renunciar”, dijo la UC.