Un adolescente de 13 años, con las iniciales R.H.P, además de dirigir a una banda de rateros, era integrante de la pandilla Mundo Libre en la ciudad de Santa Cruz.
El menor infractor fue aprehendido el fin de semana junto a dos de sus cómplices, ambos mayores de edad, de 19 y 20 años. El fiscal Adam Arteaga informó que el chiquillo, junto con Enrique Dorfini Sánchez, estaban cobijados en la casa de Pascual Banegas Justiniano, alias ‘Pascualito’, en el barrio Bolinter, zona norte de la capital cruceña. Según el fiscal, el grupo había planificado el robo en la casa de una vecina aprovechando que en el inmueble no había nadie.
Arteaga cuenta que ellos sustrajeron todo en la vivienda y contrataron una vagoneta indicándole al chofer que se estaban mudando. Llevaron una parte de los objetos robados al domicilio de ‘Pascualito’ y el botín restante decidieron llevarlo a los cachivacheros del mercado Los Pozos para venderlo; sin embargo, al llegar se encontraron todo cerrado por el reordenamiento de ese centro de abasto, es entonces que comienzan a dar vueltas en el vehículo con las cosas en busca de clientes, pero en ese trajín son interceptados por policías. Los uniformados los interrogaron y al ponerse nerviosos admitieron su fechoría por lo que fueron conducidos a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la Pampa de la Isla, zona donde fue cometido el robo.
El representante del Ministerio Público informó que le remitieron a los autores del robo, luego dispuso que los dos mayores fueran presentados ante el juez cautelar, quien dispuso su reclusión en el penal de Palmasola con detención preventiva; mientras el menor, a quien sus cómplices sindican de ser el responsable de dirigir la organización delictiva, fue llevado ante un Juez del Menor, autoridad que dispuso su reclusión en el Centro Operación Rescate.
Arteaga señaló que antes de prestar su declaración informativa, el chico robó la polera de un policía y se la puso; además de un celular que había en el escritorio. El adolescente dijo que los había robado para venderlos y pagar los honorarios de su abogado. Los padres del infractor mencionaron que está descontrolado, consume toda clase de drogas y cuando intentaban corregirlo los amenazaba con denunciarlos ante la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
El menor es el segundo de cuatro hermanos, en el momento de su captura manifestó que no tenía padre ni madre, admitió que bebe y se droga desde los 12 años y que vive en la calle con sus amigos.
Dos de los cómplices del menor fueron enviados a la cárcel de Palmasola.