Un desalmado hombre golpeó, maniató y violó durante un día a su amiga, a la que contrató para que limpie su casa, ubicada en la zona de Coña Coña.
El miércoles por la mañana, a eso de las 06.30, la víctima, de 23 años, fue a la casa de su amigo a recoger unas prendas de vestir que había dejado día antes cuando realizó la limpieza del inmueble. Al llegar encontró al sujeto en estado de ebriedad y consumiendo bebidas alcohólicas solo.
Sin sospechar nada, la joven se puso a recoger su ropa y de un momento a otro su amigo corrió rápidamente a la puerta de la habitación y la cerró con llave. Esta actitud causó temor y pánico en la mujer, que pidió a su amigo que la dejará salir, pero este la atacó de manera violenta e intentó estrangularla, acto seguido le dio un puñetazo en el estómago dejándola sin aire por unos segundos.
Luego, el hombre, de 29 años, embrutecido por el alcohol y sediento de placer, tomó una cinta de embalaje ploma e inmovilizó de pies y manos a la víctima. Una vez que la mujer quedó a su merced, la vejó sexualmente una y otra vez, hasta cansarse. Para que no gritará le tapó la boca con un pedazo de cinta.
El agresor, tras comer el vejamen sexual, desató a la muchacha y amenazándola con un cuchillo de cocina la obligó a beber.
Al acabarse el trago, la víctima, de manera astuta y aprovechando el estado de embriaguez de su agresor, le propuso ir a comprar más bebidas para continuar la farra. Ambos fueron a una tienda y cuando el individuo se encontraba pagando por el trago, la mujer aprovechó para escapar y dirigirse a una posta policial y denunciar el hecho.
El jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Johnny Corrales, informó que una vez que se tomó conocimiento del caso, agentes policiales de la EPI Coña Coña se constituyeron en el inmueble del agresor, que responde al nombre de Hebert C.N., y lo aprehendieron.
La vivienda donde fue vejada sexualmente la joven se encuentra ubicada en la avenida Cuarta y calle Adriazola. Los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen secuestraron del inmueble el cuchillo que utilizó el agresor para intimidar a su víctima. Además, de la cinta de embalaje con la cual la maniato.
El agresor manifestó a la Policía ser inocente y que nunca obligó a la muchacha a tener sexo.