Los sectores de electricidad, gas y agua; el financiero; administración pública; comercio; transporte y comunicaciones, industria de alimentos, entre otros, son base de los logros. La minería e hidrocarburos están en cifras rojas, pero se espera su repunte.
A un poco más de tres meses del cierre de gestión, el Gobierno de Bolivia descartó que exista desaceleración económica y, en cambio, exhibió cifras de crecimiento de diferentes actores económicos.
En un desayuno trabajo, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Mario Guillén, expuso los indicadores del sector registrados por su despacho a agosto de este año.
Así, con la ayuda de cuadros y datos, para este caso del Instituto Nacional de Estadística (INE), detalló que la demanda interna creció al 7,2% en el primer trimestre de este año. En el mismo periodo, el Producto Interno Bruto (PIB) cifró 3,34%.
“El crecimiento interno de este año ha crecido en 7,2%. Si comparamos ese dato con el 4,2% del año pasado (2016) desde ningún punto de vista podemos decir que estamos en desaceleración porque nuestra demanda interna está creciendo más de lo que ha crecido en anteriores años”, remarcó.
El Gobierno perfiló para este año un crecimiento del PIB por encima del 4%.
Los sectores de electricidad, gas y agua; establecimientos financieros; servicios de la administración pública; comercio; transporte y comunicaciones, industria de alimentos, bebidas y tabaco y construcción, entre otros, son la base de ese logro.
Sin embargo, los sectores en cifras rojas son la minería e hidrocarburos, que fueron afectados por sus cotizaciones internacionales y la baja demanda. A ellos se suman “otras industrias”.
No obstante, Guillén dijo que avizora un repunte en el segundo semestre de 2017, en un escenario más promisorio por la subida de la demanda.
“El segundo semestre de este año va a mejorar el incremento de la demanda de gas por parte de Brasil y eso va a mejorar nuestros números negativos del PIB respecto a los hidrocarburos”, apuntó.
Este jueves, y en un acto público en Santa Cruz, el presidente Evo Morales destacó los aportes de la nacionalización de los hidrocarburos para el repunte de la economía que se ve reflejado -dijo- en reportes de organismos internacionales relacionados con la temática.
“Ahora estamos mejor que los países vecinos. 2014, 2015 y 2016, tres años consecutivos. Bolivia, primero en crecimiento económico de toda Sudamérica, eso nunca antes se veía”, sostuvo.
Guillén, además, ponderó la situación financiera del país. Las reservas internacionales netas bolivianas suman al 8 de septiembre $us 10.452 millones.
Mientras que el Fondo de Requerimiento de Activos Líquidos (RAL), que tiene un componente en moneda nacional (RAL-MN), en Unidades de Fomento de Vivienda (RAL-UFV) y otro en moneda extranjera (RAL-ME), alcanzó $us 1.438 millones.
En tanto, el Fondo para la Revolución Industrial Productiva (FINPRO) suma $us 589 millones y el Fondo de Protección al Ahorrista y Fondo de Protección al Asegurado $us 734 millones.
Los cuatro acápites suman un total $us 13.213 millones que representan el 36% del Producto Interno Bruto (PIB) que, a juicio de Economía, es el “total de la fortaleza financiera”.
De hecho, siempre según Economía, las utilidades se han triplicado desde que el presidente Evo Morales administra el país.
En 2005, las utilidades netas generadas por Empresas Privadas alcanzaron Bs 8.027millones, una cifra que a 2016 se incrementaron a Bs 33.972 millones, lo que representa un crecimiento de 323%.
Fuente: La razon